Angry Birds – ¿Qué hacía ahí?

Sinopsis: No tengo descripción acerca de este juego, aunque tú mismo puedes darle tu propia descripción acerca de cual es la historia.

Hablando de historias, este videojuego cuenta con una historia, es algo larga, por lo que recomendaría que lo leyeses cuando tengas tiempo en algún momento de tu vida:

Angry Birds – ¿Qué hacía ahí? (Modo Historia)

Algunas personas se hacen cuatro preguntas; «¿Qué rayos hacía ahí?, ¿Qué fue lo que de verdad pasó? o ¿En verdad pasó eso?” y demás… Lo sabías, ¿Verdad? Pues ahora lo sabes, ya que de esto tratará la historia de hoy.

Para no entrar tanto en detalles de mi maravillosa vida, tengo un amigo llamado Redd, era un gran amigo mío de mi escuela desde inicio a finales de primaria, a él le gustaba mucho los videojuegos populares para móviles en ese tiempo, como Plantas contra Zombies, Cut the Rope, Amazing Alex, Pou, ¿Dónde está mi agua?, sobre todo el juego de Angry Birds que era su juego favorito.

Sé que les trae sin cuidado quién soy, pero por si las dudas, mi nombre es Omar, mejor conocido como el mejor amigo de Redd en esta historia, un gusto. La verdad es que yo seré alguien casi irrelevante en esta historia, el relevante aquí es mi amigo.

Ya hace años me acuerdo el día en que la maestra en medio de la clase le dijo a mi amigo Redd que se tenía que ir temprano, ya que dijo que se tenía que ir a un psicólogo, como si ella quisiese que todo el mundo lo supiera y pensaran que estaba mal de la cabeza. Nadie dijo nada en ese momento, salvo la gustosa aprobación de Redd de irse, claro, pues no ir a la escuela es el deseo de todo niño, y admito que también la mía.

Al día siguiente, Redd no se presentó en clase. A pesar de ser un gran amigo suyo no podía contactarme con él, debido a que nosotros no usábamos mucho las redes sociales en aquella época, y en caso de tenerlas eran usadas para jugar a los juegos que tenían aquellas redes sociales.

¿Qué me incumbe a mí el que no haya asistido a clase? Cuando la maestra dijo el nombre de Redd mientras pasaba lista y todos dijeron el clásico: «No vino» escuché a la maestra decir entre susurros: «Gracias a dios”. Y eso que dijo me dejó algo confundido y todo parecía indicar que yo fui él único que escuchó eso. Por lo general ella era muy neutral en cada palabra que decía y claro, nunca hacía comentarios finales en todo lo que dijese, por lo que me pareció extraña su actitud, hasta llegué a pensar que la maestra tenía algo que ver en la desaparición de Redd.

Tampoco se presentó Redd en el siguiente día, para mí fue bastante extraño, y como la otra vez, todos dijeron «No vino», con la diferencia de que la maestra esta vez dijo entre susurros: «Jajaja, no me sorprende del niño este» y como la última vez, nadie escuchó eso salvo yo, y al saber que esa no era la primera vez que decía una frase final como esa, me decidí en hablar con ella al finalizar la clase.

Decidido, fui a hablarle a la maestra para preguntar por su extraña actitud y sobre si sabía algo de Redd:

«Omar, eso ahora no importa, lo importante es que dejará tranquilo a los demás, anda, ya vete a tu casa.» – Dijo la maestra con una expresión de satisfacción y paz.

“Maestra, pero Redd es nuestro compañero y amigo, como mínimo debería interesarle el estado de Redd, a fin de cuentas es su alumno.” – Agregue en un tono de preocupación y molestia.

La maestra se limitó a decirme alguna respuesta en concreto y se dirigió a la puerta para salir, no sin antes decirme:

«Ya está en un lugar que lo entenderán mejor.» – Dijo y se fue por la puerta.

Terminó la semana y aún seguía sin saber nada de nuestro amigo fanático de Angry Birds, de hecho, mis padres empezaron a llamar por teléfono a la familia de Redd cada cierto tiempo, pero nadie contestaba.

Los rumores no se hicieron esperar, mi madre dijo que habían secuestrado a su familia, mi padre decía que se fueron de viaje con la excusa de que iban a ir a un psicólogo, y mi hermano menor dijo que probablemente los mataron y descuartizaron sin anestésicos.

Esto no era algo que me quitara el sueño por la noche, pero si me daba pendiente (O sea, me preocupaba), después de todo, era uno de mis pocos confiables amigos y con los que compartía gustos similares.

«No sé si soy yo, pero el ambiente no es el mismo sin Redd» – Me decía a mí mismo mientras la maestra daba clases ese lunes que tampoco vino.

No fue cuando de repente alguien tocó la puerta del aula ya casi a mitad de la clase, y justo cuando dijo la maestra «Pase» pasó para sorpresa de todos, Redd, él chico Angry Bird; todos quedamos estupefactos e inmediatamente se abalanzaron a abrazarlo (quizás para perder algo de tiempo de clase), y mientras yo veía como los niños lo abrazaban, vi como a la maestra se le formaba una expresión de disgusto en su rostro.

Me daba mucho gusto saber que Redd estaba bien, pero algo me parecía muy extraño…

Noté un cambio en Redd, lo veía serio… Muy serio… muy extraño ya que su personalidad era otra. Cuando la maestra dijo: «¡Ya está bien siéntese todos!, Redd, siéntate.» Redd se sentó algo lejos de mi lugar, por lo que preguntarle sobre su extraño cambio de actitud  y en donde había estado me era imposible, no hasta empezar el receso.

Al finalizar la clase fui a saludar a Redd, y este mismo con su mismo aspecto serio dijo:

«La vida es rara, pero es lo raro lo que la hace especial… O interesante, ¿Sabías?» – Dijo con la misma expresión seria con la que llegó a clases.

“Puede ser, pero oye, ¿Qué pasó contigo? ¿Dónde estabas? Nos tenías a mí y a mi familia preocupados, ¿Tus papás están bien?” – Pregunté preocupado.

“Están bien, todos están bien… son tantas preguntas que resumirlas me serían algo incomprensibles… Pero de verdad quiero responderlas… Lo bueno es que la familia principal está bien.” – Respondió Redd.

“Bueno, respóndelas entonces.” – Dije esperando una respuesta sólida.

“Luego, mira, déjame un momento a solas.” – Dijo con su misma cara seria y confundida.

Redd salió del aula y se dirigió hacia el pequeño jardín que había en la escuela, y no hizo nada más que sentarse mientras agarraba un llavero de un pájaro rojo de Angry Birds y veía el pequeño estanque todo maltratado y descuidado del lugar que a duras penas tenía agua limpia mientras decía frases como: «El 8 es un número poderoso que tiene significado poco común» «¿Se fue para siempre?» «¿Qué hacía ahí?» «Eras» «¿Qué fue de ese?» “¿Qué hice mal?” “Mis recuerdos tienen que permanecer”

No fui a hablar con él, pensé que sería mejor dejarlo solo para darle algo de tiempo, quizás quería reflexionar sobre su vida, a lo mejor tenía problemas familiares o algo así.

Estuvo así de raro durante todo el tiempo día, y la verdad sí me parecía… Bueno, raro, y  cuando los demás le preguntaban sobre en donde estaba, él se limitaba a decir cosas como: «En un lugar en el que no sabía qué hacía ahí.» Y cuando no quería responder decía: «No quiero hablar mucho de eso, no lo entenderían, menos si nunca estuvieron ahí»

Cuando terminaron las clases él mismo se acercó a mí a querer hablar conmigo:

“Omar, ¿Tienes un momento?” – Preguntó con la expresión seria que había tenido en todo el día.

“Claro Redd, ¿Qué pasó?” – Respondí en un tono sorprendido.

“¿Conoces el restaurante que está a la vuelta de la escuela?” – Preguntó mientras señalaba el lugar con su dedo.

“¿La que vende tortas de res y malteadas de Fresa?” – Respondí algo extrañado.

“Esa, mira, algo me dice que dentro de poco ya no estaré aquí, por lo que anotaré algo muy importante y espero que para ese entonces estés ahí para escuchar lo que tenga que decir.” – Dijo esta vez con un tono esperanzado mientras agarraba una hoja de papel de su cuaderno.

Redd me anotó en un papel una fecha en concreto un 8 de Noviembre de 2019 y que a su vez tenía el nombre y la ubicación de una especie de encuentro.

Quiero aclarar que estábamos en el año 2012 cuando pasó todo eso, para que no se confundan y piensen que esto pasó recientemente, además aún estábamos en primaria, pero ya a punto de salir de la misma.

“Espero verte pronto, Omar, te echaré de menos.” – Dijo Redd mientras salía por la puerta del salón.

A partir de ese momento ya no lo volví a ver, ya que a partir del siguiente día en adelante ya no volvió a clases, supuse que lo cambiaron de escuela.

No tenía hasta ese momento como contactarlo, nunca me pasó el número de su casa, nunca me pasó alguna referencia de su casa y en donde vivía, ya que como mencioné antes, en ese tiempo no usábamos redes sociales, y la única red social que tenía de él era en Facebook, pero nunca se conectaba.

¿Y por qué ando contando todo esto?, ¿Qué tiene de relevante?

Bueno, pasa que estaba ahorrando para una consola (Muy cara por donde vivo), y me acordé de que tenía una alcancía de Yellow Bird de Angry Birds desde mi niñez, así que fui a buscarla y cuando la encontré me dispuse a romperla a pesar de la nostalgia que me generó. Lo que encontré fueron monedas, billetes, más monedas, más billetes y… Una hoja doblada en 4 veces; cuando la vi me sentí curioso e intrigado, así que me dispuse a abrirla. Sí, y como suponía, era la nota que Redd me había dejado en 2012, ya algo vieja y un poco marrón.

La fecha del reencuentro era próximo en 1 semana, por lo que me quedé pensativo con respecto a es esa nota.

Me hice la pregunta: «¿Seguirá vigente este reencuentro? Ya han pasado muchos años, ¿Tan siquiera se acordará en esto?«

De igual forma consideré esa pequeña reunión y terminé hasta por agendarla, ya que pesar de ser un tema antiguo, me pegaba la curiosidad saber sobre qué pasaría en ese lugar aquel día y si como mínimo Redd se presentaría, de igual forma no perdía nada con ir, al cabo que la escuela en la que estaba siempre tenemos mucho tiempo libre.

Cuando llegó el día de la reunión me alisté con mi mejor ropa de ese momento; Una camisa amarilla con unos pantalones negros y con unos tenis blancos. Sí, estaba para la ocasión. Lo bueno es que si me arreglé el pelo haciéndomelo un poco para atrás, aunque tampoco les voy a estar contando mi vida.

Fui al lugar que me marcaba la hoja para corroborar las sospechas. El lugar había cambiado de nombre de «Tortas Matías» a «Lonchería Matías», a pesar del cambio de nombre me imaginaba que aun así reconocería el lugar.

Entré, y el señor de la tienda me reconoció de inmediato y me saludo con mucho encanto, pues ya llevaba muchísimo tiempo que no venía al lugar, y no era para menos, la nostalgia también se hizo presente en mí desde mi llegada al lugar. Después de esa calurosa bienvenida, el señor me sentó en los asientos qué siempre Redd y yo usábamos cada vez que íbamos a comer.

Pasaron varías personas durante 10 minutos, por menos desesperado que yo era, me decía a mí mismo que ya se le había olvidado y que ya no iba a venir.

No fue hasta que entró por la puerta un tipo de pelo colorado despeinado con una chamarra con capucha roja, un pantalón de mezclilla y unos tenis de blanco y negro.

El tipo se acercó y se sentó en el lugar en el que yo estaba y me dijo: «Oye, este lugar está ocupado.» a lo que yo antes de poder decirle algo, él me interrumpió diciendo: «Jajajaja es broma ya sé quién eres, eres Omar, me alegra que no se te haya olvidado venir.»

Me sorprendió bastante esa respuesta, más viniendo de Redd, ya no parecía tan introvertido como antes, era todo lo contrario, se le veía mucho más feliz y más decidido a comparación del última día en que lo vi, hasta podría decir que tenía un aura de líder.

“Has cambiado mucho, casi no te reconocía, pero no tanto como para olvidar a mi viejo compañero.” – Dijo con algo de entusiasmo pero evitando perder su seriedad y postura.

“También me alegra verte, de hecho ya llegaba a pensar que no vendrías y que se te había olvidado” – Dije mientras agarraba algo de sal y la ponía en mi mano.

“Tú sabes muy bien que nunca olvido una fecha, y menos si es importante, jajaja, ni que fuera Valentina… Bueno, lo único que se me olvidaba era la tarea.” – Dijo Redd.

“No pues sí, ya se extrañaba mucho tu afición por Angry Birds como ambiente de esa aburrida escuela… Ah oye, ¿Y para que querías verme? Es demasiado el tiempo de espera para volverte a ver a día de hoy.” – Dije esperando una respuesta.

“Mira, me costó mucho tiempo meditarlo y digerirlo, pero ahora que ya sé usar las palabras adecuadas… ahora te contaré algo de la experiencia que viví, no es tan dramática la historia… si no, confusa, de hecho si gustas puedes tomar nota de lo que diga…” – Dijo Redd mientras yo sacaba un cuaderno para anotar.

Él no tenía tantos amigos, apenas yo y uno que otro del salón, decía que era porque tenía y quería escoger bien sus amistades, con razón me confío lo que me iba a contar.

Luego de una larga introducción ahora toca la historia principal, ahora pasaremos a Redd como el protagonista.

La historia de un niño en un psiquiátrico bastante peculiar…

Todo sigue fresco en mi mente a pesar de todos estos años… Ese día después de salir de la escuela me dirigí directamente al auto de mi padre junto con mi madre, que empezaban a hablar varias cosas a medida que pasaba el viaje que no prestaba atención debido a que me distraía con el paisaje.

Mientras veía el paisaje me preguntaba a dónde me llevarían y como le habían hecho para sacarme de la escuela así como si nada.

Ya llegamos Redd – Dijo mi padre deteniendo el auto.

Veo tras el vidrio de la puerta y noto un lugar tan pero tan grande que para mí corta edad me imaginaba que era una mansión y que esa sería a partir de ahora nuestra casa, me entusiasmaba bastante esa idea. Obviamente así no fue…

Aún me acuerdo cuando después de salir del auto mi madre me dijo con ojos brillosos «Este es un Psicólogo, pero no es nada malo» Ahora que la idea de la mansión había cambiado, con mi inocencia de niño ahora creía que era una especie de lugar nuevo para jugar.

Me despedí de mis padres y ya casi a punto de voltear atrás, una dulce pero firme voz me dice: «Tú debes ser Redd, ¿No es así?»

Al voltear atrás… quedé paralizado, pues vi a una chica con cabello semi negro con ojos de color que en sus orejas colgaban unos aretes de piedras de color verde (Diamantes verdes cuando los vi por primera vez) con un hermoso vestido gris con decoraciones de blanco y rojo en la parte inferior del vestido.

Yo sé que la edad que tenía no era tanto la adecuada para pensar en mujeres, pero de verdad quedé hipnotizado por su belleza y curvas… a día de hoy aun siento que estoy enamorado de ella o algo así, si la hubieras visto sabrías a lo que me refiero.

Ella se acercó a mí y con su linda voz alzando la mano me dijo: «¿Gustas pasar?» A lo que accedí con mis mejillas coloradas iguales a las de un pájaro rojo.

Al entrar, noté un lugar casi parecido a una sala de estar bastante elegante, pero con el ambiente de recepción o algo parecido, eso sí, muy iluminado y que transmitía bastante confianza, aunque me sentía un poco nervioso, pero eso ya era cosa mía.

Mi nombre es Dariana, yo seré quien te cuide durante toda tu estancia, puedes tratarme como una madre si gustas – Dijo Dariana mientras nos dirigíamos hacia la puerta.

Después de presentarse ella me preguntó lo básico, o sea, de qué escuela era, si era de este país, cuántos años tenía y demás preguntas clásicas que uno hace para saber más del otro.

Al entrar a la puerta, noté de primera vista que habían un montón de personas en el cuarto (muy grande por cierto), que podría decir que se parecía al ambiente juguetón de mi escuela, pero más parecido al de un mercado tradicional, y al parecer había una gran variedad de personas con diferentes edades, desde niños hasta adolescentes, todos interactuado unos a otros sin ningún tipo de problema.

Al parpadear aparece una chica, sosteniendo una especie de incienso alrededor de mí y pregunté:

“Eh, ¿Qué haces?” – Pregunté algo desconcertado a la extraña chica.

“Estoy purificando tu alma de energías negativas.” – Respondió la chica mientras ponía sus suaves manos en mi cara.

En eso, ella me da una galleta de avena… es raro, pero me imagino que era para desintoxicar mi estómago de toxinas malas.

Cuando Dariana le llamó la atención ahora fue cuando pude ver mejor la apariencia de la chica.

Era una chica de cabello naranja con dos moños que estaban atrás de su cabello de forma vertical, el de arriba grande y el de abajo un poco más pequeño, tenía unas pupilas violetas como la amatista, vestía de una camisa o creo que un suéter amarillo, una falda rosada como las rosas, y unas botas color marrón con unas medias largas de color negro.

“Mayalen, tranquila, él es nuevo y todavía no se acostumbra a tus costumbres.” – Fue lo que Dariana dijo a la chica de pelo naranja.

“Eh, ¿Hola?” – Dije para evitar que se comenzara una discusión entre ellas.

“Encantada de conocerte Redd, mi nombre es Mayalen, pero me puedes decir Mayi.” – Respondió con una cariñosa y tierna sonrisa mientras cerraba los ojos.

“Muy lindo tu nombre Mayi, parece que eres muy amiga de Dariana.” – Dije con las mejillas sonrojadas.

“Ah, no no, ella es mi novia desde casi toda mi vida.” – Dijo Mayalen mientras ella miraba a Dariana.

“Oh ya veo…” – Dije mientras una sensación de desilusión se hacía presente en mi corazón.

Ya sé que es raro que tuviera esa mentalidad de niño, pero según a como yo pensaba en ese momento quería ver si podía haber tenido una oportunidad de al crecer salir con ella a una cita o algo así.

Lo curioso del caso es que Mayalen se me quedó mirando profunda y fijamente, casi hasta sentía su alma mirándome…

“Siento una cara de angustia en ti, ¿Te decepcionó que sea novia de Dariana debido a que tú querías tener una posibilidad con ella?” – Dijo Mayalen mientras me miraba a los ojos.

“¡¿Eh?! ¿Pe-pero cómo?” – Exclamé helado y sorprendido mientras mis pupilas se contraían.

“Leí tu alma, en este preciso momento piensas que te odio por ello, pero no es así, al contrario, me caíste bastante bien, es normal que a tu edad les empiecen a gustar las chicas, y más si se trata de Dari” – Dijo Mayalen con una simpática sonrisa.

“A veces las cosas no se te presentan por qué son un orden que se tiene que seguir para algo próximo en el futuro…” – Agregó.

En eso me dio un abrazo… Sentí como que de alguna forma u otra tenía algo en común con ella o que me hacía sentir algo… sentía que la quería, algo así.

Dariana nos separó y me dijo: «¿Por qué no mejor voy a enseñarte tu cuarto? Luego podrás dar todos los abrazos que quieras.» Me tomó del brazo y me llevó hacia mi cuarto, mientras volteaba a ver a Mayalen mientras ella correspondía con una cara de felicidad.

«Este es tu cuarto, espero que te lleves muy bien con los demás» – Dijo Dariana al llevarme a lo que parecía ser mi recamara temporal.

De primera vista habían muchas y muchas camas en el cuarto, pero de una forma que no se viese tanto mal como incómoda, obviamente ya viendo eso sabía que iba a dormir con muchos más niños de mi edad… o jóvenes, pues veía a algunos acostados en algunas de las camas… vaya, que holgazanes, pues sí todavía era medio día.

Yo era bastante tímido en eso de conocer nueva gente y estar en lugares que nunca había visto, por lo que estuve sentado en mi cama mirando a la pared aproximadamente entre una a dos horas…

No fue hasta que apareció una niña a lado mío.

“¿Qué tienes? Llevas todo el día sentado ahí, ¿Te molestaron?” – Escuché una infantil voz que hizo llamar mi atención.

“No… es que… quiero estar solo.” – Dije para dar una respuesta y no verme tan grosero.

“Menos mal, aquí no acostumbramos a molestarnos, si no de ser todos como una familia unida.” – Dijo mientras ella lograba hacer que la mirase.

“Después de todo, venimos del mismo hombre y de la misma mujer,  ¿No?” – Decía mientras alzaba su mano para que yo tomase de ella.

Agarré confianza y tomé de su mano, no sé si para hacer que me dejase en paz, o porque la quería como amiga, o simplemente porque ella me hizo tener la confianza que ocupaba.

“Ven, ya es hora de ir a comer, harás muchos amigos por aquí, yo sé que sí, por ejemplo, yo.” – Dijo la dulce chica con una sonrisa en su rostro.

De camino hacia el comedor supe su nombre, se llamaba Sakura si mal no recuerdo… Tuve el valor suficiente como para por lo menos establecer una pequeña charla con algunos de los que estaban en el comedor.

Conocí de todo en aquel pequeño comedor, Personas con Autismo, Déficit de atención, Síndrome de pedantería gramatical, Alzheimer, trastornos obsesivos compulsivos, esquizofrenia, Licantropía Clínica, asesinos arrepentidos, entre otros. Cómo era obvio, eso no me pareció nada agradable, pero no sé si era por mi forma de pensar, pero no me parecían que fuesen malas personas, o bien, que tuviesen la atención de hacerme daño, ya que si la tuviesen, ¿Qué hacían aquí? Tenía garantizada la seguridad del lugar para que no me hiciesen algo, o al menos eso pensaba.

Al acabar de comer e irme (NOTA: Me fui porque una chica era la que lavaba los platos, no fue por maleducado.), vi a Mayalen pasar por un pasillo, y con tan sólo verme de cara ella quiso hablar conmigo.

“Hola Redd, ¿Todo bien por aquí? ¿No te han molestado?” – Dijo en un tono de preocupación.

“Pues no, todo bien, ¿Por qué la pregunta?” – Dije algo incomodo pero alegre de verla.

“Pues nomás, Querido Redd, ¿De dónde eres?” – Dijo Mayalen.

“Soy de este país, ¿y tú eres de aquí?” – Respondí esperando a que respondiera con que también era de mi país.

“La verdad no, yo era de México, pero me trajeron a este país a los 6 años de haber nacido porque mis antiguos padres eran amigos de los antiguos dueños de este lugar.” – Dijo con una cara algo triste.

“Aaah, ¿Y cuándo van a volver tus papás?” – Pregunté mientras veía una chispa de esperanza.

“Parece que nunca.” – Respondía Mayalen mientras suspiraba, a lo que mientras yo reaccionaba con una cara de terror que se dibuja en mí”

“¡N-no, no porque me haya pasado significa que te pase también a ti! A ver ten.” – Decía mientras sostenía una galleta de avena y me daba el abrazo más fuerte que había tenido nunca.

Me había comenzado a asustar, pues en ese tiempo pensaba que si a alguien le pasaba algo malo lo mismo me iba a pasar a mí.

En fin, después del abrazo que me dio Mayalen para tranquilizarme, me recordó que Dariana estaba en la puerta izquierda en la entrada del lugar, y que si gustaba hacerle alguna pregunta o si quería hablar con ella, que lo hiciese, y que también podía hablar con ella (O sea, Mayalen) por si gustaba.

Y bueno, para resumir el día, estuve haciendo nuevos amigos (o al menos lo intenté), aunque debo admitir que eran algo extraños, algunos se presentaban diciendo que estaban enfermos, que nunca se recuperaría, otros decían incoherencias, que no eran normales y demás cosas; pero yo siempre sentía una especie de fe en que pronto se recuperarían o mejorarían, hasta se los hacía saber, no era algo que me lo guardaba, cosa que los hacía muy felices y rápidamente me comenzaron a agarrar afecto y popularidad en el llamado “Refugio”, y eso que fue en un solo día… A veces extraño la mentalidad de niño que tenía.

Llegó la noche, me senté en la barda del lugar (Lo mismo que hace un niño esperando a que vengan sus padres a recogerlo), y creo que no pasaron ni 5 minutos y Dariana se paró atrás mio y me dijo;

“¿Qué haces ahí Redd? Ya es tarde, hace mucho frío aquí afuera.” – Preguntaba mientras me miraba con una cara confundida.

“¡Es que estoy esperando a que vengan mis papás a recogerme para irme a dormir a mi casa, mañana tengo que ir a mi escuela, no puedo esperar para contarle a mis compañeros acerca de todos los nuevos amigos que hice hoy y las dos nuevas madres que hice!” – Dije inocentemente.

“¿Qué hacen ustedes dos aquí? ¡Luego quien los cuida cuando se enfermen!” – Decía Mayalen preocupada y un poco enfadada.

“Mhhh” – Expresaba Dariana una especie de incomodes bastante extraña.

Empezaron a susurrarse entre ellas para que yo no escuchara, cosa que no lograron, ya que logré escuchar cosas como:

“¿Eh? ¿No le has dicho? No, ¿No le habías dicho tú? ¡Pensé que lo harías!”

Da igual, interrumpí de todas formas porque me sentía bastante presionado.

“¿Qué está pasando?” – Exclamé para acabar con los susurros que se hacían.

“Mira Reddy, lo que pasa es que no van a venir tus papás…” – Dijo Dariana en un tono triste.

“¡¿Eh?! ¿Y a qué horas van a venir?” – Dije estremecido.

“Es que no sabemos.” – Dijo Mayalen algo incomoda.

“¡¿Cómo que no saben, sí les debieron haber dicho?!” – Dije mucho más estremecido.

“Tranquilo Tranquilo” – Decía Dariana.

“¡Pero mañana tengo que ir a la escuela!” – Exclamé.

“Ay, como si te gustara tanto la escuela!” – Dijo Mayalen en un tono no tan serio.

“No, es que, es que…” – Interrumpí.

“Sh Sh Sh, tranquilo Redd, mírame, yo sé que van a volver por ti, pero por ahora no podemos hacer nada más que ser fuerte y esperar a que ese día lleguen por ti… Puedes considerarme tu madre temporal hasta que regresen tus verdaderos padres, si así lo deseas.” – Dijo Dariana en un tono de madre tranquilizando a un niño.

“¡Y yo tu otra madre, yo cuidaré de ti pase lo que pase!” – Agregó Mayalen animadamente.

Las dos me abrazaron y volvimos al refugio, pero no sin antes pasar un poco más de tiempo despierto junto con ellas, después de todo, parecía que mañana no iba a ir a clases… Ni pasado mañana… Ni en el siguiente…

Parece extraño, pero, eso que ellas dos me dijeron de ser mis madres más que aterrorizarme… me hicieron sentir tranquilo.. Quizás se debía a que no tenía más opción, o quizás era porque les tenía mucha confianza… Quizás.

Bueno, pasé casi de todo en aquel Refugio, pero si te contara todo tendríamos que estar comiéndonos todo el menú del lugar, jajaja, pero te contaré dos anécdotas que pasé en ese enigmático lugar.

Algunos de nosotros nos poníamos en círculo para conversar sobre cómo eran nuestras vidas antes de nuestra llegada a este lugar, como les fue en el transcurso del día, y demás cosas así.

Algunos contaban como les iba en la escuela, a que se dedicaban, algunos inclusive se salían del tema para contar alguna historia de terror o una historia común y corriente que por lo general eran inventadas, pero lo divertido era como nosotros ayudábamos a continuar con la historia. Un día de esos, un chico contó sobre lo que había en la puerta de la derecha.

A veces cuando ya no habían temas de los que conversar, hablábamos y teorizábamos sobre esa derecha tan misteriosa. Por si no lo sabías, al entrar al refugio habían tres puertas, la izquierda, la de en medio y la derecha; en la izquierda era el centro de trabajo de Dariana que a su vez era un centro de espera; el de en medio era en donde estábamos, y la de la derecha… no teníamos ni la más remota idea. Algunos teorizaban con que ese era el verdadero dormitorio de Dariana, otros (como yo) decíamos que era un cuarto secreto, y así.

Pero la cuestión no sólo era ésa si no, que era lo que realmente ocultaba aquél cuarto. Me olvidé decir que también se especulaba que se decían que habían cuerpos mutilados y desmembrados, que ahí estaba la tumba de la primera dueña, que había un centro de rituales satánicos, y muchas otras ideas retorcidas. Es que eran muchas las teorías que se hacían, tanto que hasta se nos volaba el tiempo al hablar de ello.

Una vez que me acordé de ese tema en una de mis tantas pláticas con Dariana, le pregunté sobre lo que había en esa puerta, y sólo me dijo: “Está toda nuestra esencia en ese cuarto, demasiada de ella podría hacer que el lugar colapse” – Dijo con un guiño en su ojo derecho.

Otra anécdota extraña es que cuando estaba platicando con Mayalen en el lugar de trabajo de Dariana, ella en algún punto me dejó solo en ese lugar, pues decía que tenía que hacer un mandado o algo por el estilo, bueno, no tiene mucha relevancia.

Cómo todo niño curioso me dispuse a inspeccionar el lugar para ver qué es lo que había en ese cuarto. Lo que fui encontrando la verdad era algo irrelevante… hasta lo último, ya que encontré una especie de anaquel con un montón de documentos, específicamente de toda la gente que ha estado en este refugio.

Dirás, «¿Pero cómo te va a interesar leer si tan sólo eras un niño?» Bueno, lo qué me llamó la atención de ello es que vi unas fotos con sus respectivos documentos sobre la gente actual del lugar, estaban todos, hasta de mí… Al parecer un diagnóstico decía que padecía de «Síndrome del espectro autista» y que de tratamiento requería unas pastillas tranquilizantes. ¿Yo estaba mal de la cabeza?… ¿Qué ocurría aquí? Y lo que me hizo confundir más, fue ver los documentos de Dariana y de Mayalen. Logré ver el de Mayalen, al parecer, ella padecía de «Trastorno de Ansiedad»; pero es que, ¿Qué rayos? ¡Yo la veía bien, hasta parecía que era una de las más pacíficas de este lugar!

Estaba a punto de ver el documento de Dariana, cuando la misma mujer abrió la puerta e inmediatamente tuve que cerrar aquel anaquel. No le pregunté sobre qué era eso que padecía, no quería que sospechase que había estado husmeando en su área de trabajo sin su permiso, además de que no quería que ella empezara a desconfiar de mí y en consecuencia perdiese su amistad.

Interesante, ¿no? Pero como sabes, todo tiene su fin.

Ya había pasado un mes, ya tenía mis dos nuevas madres, como 45 hermanos adoptivos (que de los 45, siete ya no estaban) y tenía un nuevo lugar en donde al parecer sería mi nuevo hogar, o sea el refugio. Ese era todo mi progreso y todo así lucía, hasta el día en el que sería mi último día en el refugio.

Pues un día estaba explorando en el refugio, y aburrido decidí meterme a la oficina de Dariana para ver si podía charlar un poco con ella.

Al entrar noté a Dariana un poco diferente en cuanto a actitud, la veía muy sonrojada y algo sudada; a lo que intenté hablar con ella.

“Hola Dari, ¿Podemos hablar, o no te encuentras bien?” – Pregunté algo nervioso pero con mi clásica forma de hablar.

“No… Estoy bien pero… No podemos hablar ahora…” – Respondió Dariana de una manera bastante extraña.

En eso ella me dijo que se tenía que salir un rato y que más tarde regresaría. Algo confundido, quería ir a alcanzarla, ya que me preocupaba un poco su actitud, pero en el momento en que abro la puerta, se aparece Mayalen a bloquearme el camino y haciendo que pierda de vista a mi otra madre.

“¿Qu-Qué pasó?” – Dijo Mayalen con un tono de preocupación.

“¡Es que Dariana se está portando bastante extraño!.” – Respondí.

“Mmhh… Sí… Me lo imaginaba… Oye Reddy, ¿No quieres ir a dar un paseo con tus hermanos?” – Preguntó Mayalen.

“Eh, sí, pero ya es algo tarde para salir a la calle, ¿No te parece?” – Dije en un tono de preocupación.

“Pues sí, pero un día que salgas tarde no te hará daño, además irás con algunos de tu familia, ellos te protegerán.” – Decía Mayalen mientras sacaba de su bolso unos 1000 pesos, o algo así para que me comprase lo que quisiese.

Agradecí por el dinero (Muy poco, pero era lo más que me podía dar), y me fui con tres de mis «hermanos» al parque que estaba en frente del refugio a jugar un rato en los columpios, toboganes y esas cosas que hay en un parque promedio.

Pasaron las horas y de un momento a otro ya estaba anocheciendo, asustado (Porque decían que era peligroso andar por la noche), fui a buscar a mis hermanos para regresar al refugio, y es cuando veo que de los tres, sólo había uno, específicamente uno que se llamaba «Bastián» pregunté por los otros dos y recordarle que ya debíamos irnos.

“Bastián, ya nos tenemos que ir, se nos hace tarde y aquí andan matando gente y robando, ¿y los demás?” – Dije algo preocupado.

“Sí Red, pero yo también te tengo que dejar.” – Dijo Bastián.

“¡¿Quéee?!” – Exclamé estremecedoramente.

“No te asustes, es que Mayalen me llamó por teléfono y me dijo que tenía que ir con ella para atender unos asuntos que tú no entenderías.” – Dijo con algo de escalofríos.

“¡Pero me va a cargar la chingada si me quedo aquí!” – Exclamé asustado.

“Oye, no te pongas así, mira, el policía de ahí te va cuidar en lo que regreso o alguien del refugio viene por ti, ¿No es así oficial?” – Preguntó Bastián al policía.

“Sí, aquí se lo cuido, joven.” – Respondió él oficial confundido pero seguro de aceptar tal responsabilidad.

No voy a mentir, a pesar de haber estado cerca de una máxima autoridad, no me sentía seguro, supongo que era por estar acostumbrado a estar siempre encerrado en casa… o quizás porque los policías podrían hasta ser tus peores enemigos… El caso es que me quedé sentado con el policía por aproximadamente entre 20 a 30 minutos minutos, él policía me preguntó sobre qué había hecho en el parque y qué era el juguete que tenía (Era un balero de madera muy bonito, quién sabe que será hoy en día de aquel esa cosa), y claro, le pregunté cosas de policía para matar el rato.

Pero es ahí cuando le pregunto sobre qué hacía aquí y porque no estaba trabajando:

“Señor Policía, ¿Qué está haciendo aquí? ¿Por qué no está en el estación de policía? ¿No debería estar rescatando a los demás?” – Pregunté confundido.

“No niño, es que aún no me han llamado, me deben llamar para pedir mi ayuda, ¿Lo entiendes?” – Respondió el policía con una sonrisa en su cara.

“Espera…” – Empezando a cuestionarme.

“¿Qué ocurre?” – Dijo el policía.

“Bastián no tiene teléfono… ¡¿Cómo es que mi mamá le llamó?!” – Exclamé.

Salí corriendo hacia el refugio para ver qué estaba pasado, pues que Bastián se comportara de esa manera no era normal para mí, y menos con una mentira tan obvia.

Al llegar a la entrada del refugio vi una nota abajo de la puerta, parecía que iba para mí… Créeme, en su tiempo me llegó mucho al corazón lo que decía la carta, tanto que hasta me sentí mal conmigo mismo y se me quedó grabado en mi mente, decía así:

«Hijo, el tiempo de purificación ha llegado, nunca has estado enfermo, nosotros somos los que estamos enfermos, ahora nos ha llegado la hora, ha sido el mejor año que he pasado en toda mi corta vida, y todo gracias a ti, pero es hora de decir adiós. Nunca olvidaré las galletas de avena que te daba, las risas que me sacabas con tus ocurrencias, tu hermosa cara… Es que eres perfecto, fuiste un gran hijo, no dejes que nadie te haga sentir mal por lo que eres, no importa si eres diferente a los demás, mándalos a la chingada, tú eres perfecto… Las palabras me sobran para todo lo que tengo que decirte, quiero que seas fuerte a partir de ahora, y que yo, y Dariana te vamos a extrañar… Tus verdaderos padres te están esperando, sólo espera un poco y volverás a tu verdadero hogar… Eres una belleza de ser humano… y lamento que me tenga que despedir de esa forma, pero el tiempo se agota.

– Te extrañará, Mayalen.»

Juro que en ese momento estaba asustado y creo que a punto de llorar, pero antes de que pudiera hacer eso, vi otra nota, algo arrugada y con otro tipo de color de papel, qué también me llegó al alma que decía, y esta vez provenía de Dariana.

«Hola Reddy, Te escribe Dariana…

Según mi diagnóstico, tú no estás enfermo, eres el primer paciente que tengo que no presenta alguna enfermedad mental o variantes, sólo eres un niño feliz, esos malditos infelices sólo te ven como niño enfermo por amargados, ni en sus casas no son felices consigo mismos, tú no necesitas pastillas ni nada parecido, ya quisiera hacer tenido la misma energía y vibras que tú… Pero yo tengo otro tipo de mentalidad… No se la desearía a nadie… Nunca la tendré… Ya me he metido en problemas, y estar aquí y seguir con vida hará que provoque mucho más daño. Así que debes irte ya, es que ya ni puedo escribir bien, tengo ganas de M… Te amo Redd, ten esto para que nunca nos olvides, tampoco te olvidaremos… Ah, y por favor no entres al refugio, al terminar de leer esto, pídele a alguien confiable que te deje marcar con su celular a la dirección de tu casa y cuando lleguen, entrégales el documento que dejé debajo de la nota, pero ojo, no les entregues la nota… En pocas palabras, eres libre, ahora estás dado de alta.

Dariana, tu madre espiritual.»

Había una bolsita de plástico que la acompañaba en el que dentro de la misma había un arete verde y un moño gris… Cómo era más que obvio, esos dos elementos simbolizaban a mis ya fallecidas madres. Pero no vi el documento por ningún lado. Guardé la bolsa de plástico en mi bolsillo e hice lo que no debía hacer… Abrir la puerta.

… Silencio… Silencio oscuro…

Al entrar estaba bastante oscuro, y me tuve que guiar por las luces de las velas que habían en el lugar. Entré por la puerta principal, la de en medio para ser más específico, y al entrar vi a muchos de mis hermanos tirados. Parecía que estaban muertos, pero… Había algo que no encajaba, sentía en ellos algo… Vida. No, no me parecía que estaban muertos, y hasta la fecha aún no me lo parece, además, no habían en ellos charcos de sangre o daños en sus cuerpos, ya que me llegué a acercar a uno de ellos y por mi mente empezó a resonar la palabra “Vete”… Créeme que no era por mi edad, era la vibra que sentía en todos.

Sin saber que era lo que pasaba, salí de aquel cuarto y me dirigí hacia la puerta de la derecha y como era de esperarse, no se podía entrar, aunque lejos de esa puerta escuché algunos gemidos…

Es ahí cuando me dirijo a la última puerta, la de Dariana. Al entrar apenas llegando veo a mitad del pasillo una especie de mano blanca y una ligera mancha de sangre a lo lejos de la puerta de la oficina… Que mala suerte que no recuerde bien, pero sea lo que fuera, salí corriendo del cuarto y por fin hacer caso a la nota de Dariana a pesar de que fuese algo tarde, pues a esa edad me aterraba mucho la sangre…

Ahora, esto es lo que va a probablemente perder credibilidad de la historia, pero no por eso voy a dejar que esto quede de lado.

Ya agarrando el picaporte para salir del lugar, di un último vistazo a la sala principal, ¿Pero cuál es mi sorpresa? En medio de la sala veo a Dariana, bastante seria, y al verla pregunté gritando: “¡Dariana, ¿Qué está pasando?!”, y Dariana sólo respondió: “Uhm… nada” y a medida que me acercaba en dirección hacia ella, ella se alejaba en dirección hacia la puerta de en medio, hasta abrirla y meterse. Cuando abrí la puerta, me di cuenta de que ya no estaba. Ya asustado por ese evento, me salí del refugio.

Voy saliendo y volteo para dar un vistazo más al refugio en su exterior…

“De verdad… ¿Esto es el final?” – Me dije a mí mismo.

Creo que me quedé por un largo tiempo mirando aquel lugar… Ya ni recuerdo cuanto tiempo fue.

En eso, algo tocó mi hombro; era el policía de hace rato:

«Niño, has caso, ya van como 13 veces que te hablo y no contestas, ¿Estás bien?» – Dijo el oficial preocupado.

A lo que respondí sin tantos ánimos – «Sí, eso creo.»

A lo lejos escuché un pitido de coche, y no lo podía creer… Eran mis padres, que habían vuelto después de todo este tiempo… Se han de imaginar cómo fue el reencuentro, un abrazo y lágrimas, No entraré en detalles.

Al subir al auto vi por la ventana del auto como el policía abría la puerta del refugio… su reacción no fue la mejor y llamó por teléfono para obviamente llamar refuerzos, pues parecía que él policía no había interpretado bien la escena como yo…

Mi madre me dijo que se arrepintieron de haberme dejado en ese refugio, que yo no tenía la culpa de ser así, la culpa era de la misma escuela que no me aceptaba como era.

Ay hijo, lamentamos mucho haberte dejado en ese lugar por una semana, fue demasiado tiempo, más para un niño como tú, prometemos ya no dejarte sólo en este tipo de problemas, de ahora en adelante nos comportaremos como una verdadera familia” – Decía mi madre con lágrimas en sus ojos.

¿Una semana? Pero sí había pasado un mes, pero decía Mayalen que pasó un año, que para mi madre fue una semana y que para Dariana pasó una eternidad… ¿Qué rayos está pasando aquí?

Para este punto ya no tenía noción exacta del tiempo, todo me parecía tan confuso… y preocupado, pues había dejado todas mis cosas en aquel refugio, sobre todo un llavero de Red Bird, que se había vuelto muy importante para mí, era básicamente lo que me haría ser «Él chico Angry Bird» de mi salón, pero durante la conversación me habían dicho que mañana por la mañana ya tendrían mi equipaje en mi cuarto… Y sí, esa misma mañana iba a ir a la escuela… Super…

Volví a mi casa… Vaya, al ver sus colores tan revueltos y sus muebles tan acomodados me traían tanta nostalgia y recuerdos.

Cené algo muy especial, específicamente mi comida favorita, para celebrar la reciente reintegración de una vieja, pero esperanzada familia… Ay, como me gustaba comer… se que no tiene mucho que ver con la trama, pero me gusta recalcar el tema de la comida, una disculpa.

Al cenar volví a mi antiguo cuarto y me dispuse a dormir con la cara de felicidad de mi madre real deseándome los dulces sueños antes de dormir… Pero aquí comenzó lo extraño.

Esa noche soñé que estaba en un lugar oscuro… Bueno, muy oscuro, y no sabía qué hacía ahí, y decidí explorar y adentrarme en mi propio sueño para ver qué podía encontrar… Habían variantes de suelo entre gris y blanco, me fui topando con extrañas, como unas criaturas blancas que se veían muy feas, pero que parecían inofensivas y con sus extrañas bocas que decían cosas bastante interesantes… Pero me daban algo de cosa, aunque como dicen por ahí, “No juzgues a un libro por su portada”, ya que algunos de ellos me daban indicaciones hacia donde ir, y digo algunos, ya que a la minoría no se les entendía nada, pero se les veía la intención… Pasó todo muy rápido, de hecho, de lo único que me acuerdo a la perfección es de un hermoso parque similar al que estaba cerca del refugio, pero bastante cambiado.

Vi bastantes rocas destruidas, personajes de Angry Birds caminando, específicamente los cerditos del juego, pero de diferentes colores, pero destacadamente eran azules y verde oscuro… Veía además las cosas y objetos que recordaba de aquel refugio que se reflejaban en mi sueño, pero bastante oscuras y corrompidas…

Del resto del sueño no recuerdo muy bien lo que pasó, se me desvanecieron algunos de los cachos del sueño, pero algo que se destacó bastante del sueño, es haber visto a Dariana en medio de la nada… Estaba algo diferente, estaba casi oscurecida pero muy roja de la cara, de hecho era lo único que podía ver de ella, estaba muy extraña, de lo muy poco que se podía distinguir bien eran sus hermosos aretes verdes, de ahí ya no más.

La verdad es que hasta llegué pensar que me había vuelto a topar con ella, tanto así que intenté hablar con ella para cuestionarla de varías cosas, entre ellas sobre qué era lo que me estaba ocultando… Pero parecía que no quería hablar conmigo… O ya estaba en su mundo… No lo sabía… Fue entonces que me acerque a ella para agarrarla de sus ropas para sacudirla y hacer que me respondiera… Hasta que desperté del sueño.

Vi a mi madre dándome los buenos días mientras me dejaba la ropa de la escuela a un lado de mi clóset. Al voltear al otro lado me percaté de que todas las cosas que había dejado en el refugio estaban ordenadas a mi modo… Me levanté de mi casa y al sacudir el pantalón que tenía el día de ayer, cayó del mismo un pequeño moño gris y el arete de mis ya fallecidas madres… Sin decir nada guardé esos objetos en un lugar seguro, pues a partir de ese momento los consideré igual de valiosos que alguna posesión familiar.

Después de ver esos objetos me acordé de lo sucedido hace lo que según pasó en el “mes” que dice que mi madre dice que pasó (O sea, todo lo que pasé en el Refugio), y en vez de ponerme a llorar o ponerme melancólico… Me sentí vacío… Tanto así que terminé por no decirle nada a nadie por ahora… Quería sólo pensar en lo que había pasado… Y hasta qué punto pudo haber sido real… y claro, creía que nadie me iba a creer… ¿Qué rayos hacía ahí?, ¿Cuál era mi misión?, Hasta ese punto… Aún no estaba claro, pero tenía fe de que algún día todo tendrá sentido…

Fin de la historia de Redd.

Me sentí bastante intrigado por lo que me había contado Redd, parecía difícil de creer y un poco incomodo, pero él nunca fue y no creo que sea de ese tipo de persona que inventaba historias para aparentar ser una persona interesante o querer verse una persona oscura o Edgy.

Estaba en esos momentos en los que uno se queda sin palabras, y más si era de naturaleza extraña, y para evitar generar un silencio incomodo me decidí en preguntarle el por qué ya no había vuelto a verlo después de tanto tiempo, a lo que el con una expresión seria responde:

«El último día que me viste era el último día que iba a estar en esa escuela, pues mi padre se peleó con la escuela sobre el tema de mi dizque «Autismo» por ende, mis padres optaron por sacarme de esa escuela e irme a una nueva… Claro, yo sabía que algo así pasaría, es por eso que te hice esa nota, para un futuro reencuentro… Y es interesante, pero sabría que vendrías, tú eres así.»

“¿Pero por qué tanto tiempo?” – Le dije extrañado.

“Me tomé todo ese tiempo para digerir y entender la situación… Es demasiado tiempo, ¿Verdad que sí?” – Dijo Redd respondiendo a lo que me decía en mi mente.

Respondí de forma de afirmativa y entonces procedí a preguntarle sobre cómo se sentía después de todos estos años, a lo que me respondió:

«Me siento bien, como un joven cualquiera que pudo salir adelante a pesar de la experiencia, pero aun así alguien como yo no debe olvidar su pasado, de ahí provienen las experiencias de las que uno adquiere poder y se hace cada vez más fuerte.» – Dijo Redd mientras se agarraba el bolsillo derecho de su chamarra roja.

En eso saca de una cadena de color blanco y negro con los que parecían ser el arete verde y el moño gris de la historia que anteriormente contó. Parecía que esa historia si era verdad después de todo.

«Siempre me lo pongo para así saber que ellas siguen conmigo y están en todos lados… Es como tener un amigo imaginario, pero que sí fueron reales en algún punto de la vida» – Dijo Redd feliz pero a su vez serio.

“Redd, entiendo que pasaste el perder a tus papás por 1 mes y que encontraste gente rara por allí, pero siento que…” – Dije, pero Redd me interrumpió diciendo “¿Qué es poco o qué eso es algo que se puede superar fácilmente? Sí, sabía que dirías algo así, de hecho quería platicarte sobre algo que te podría interesar, ya que esa historia no es todo.”

En eso me acordé de que tenía que hacer tarea (De las pocas veces que me dejan) y le tuve que decir que ya me tenía que retirar, así que agradecí por el reencuentro y la historia.

Le pregunté sí tenía Facebook o algo parecido, y al escuchar eso me respondió de forma afirmativa:

«No sólo eso, también tengo correo electrónico, te lo iba a pasar de todas formas ya que como te dije antes, tengo que enviarte algo que de seguro te interesará sabiendo que tuviste algo de interés por la historia anterior que te conté, así como el haber venido hasta aquí, de hecho, yo debería ser el que tendría que darte las gracias.»

Me lo pasó, estreche su mano y pase a retirarme de vuelta a mi casa.

Durante todo el camino estuve pensando un poco en la historia que me contó Redd, ¿Cómo es posible que a él le haya pasado todo eso? No es que no creyese en él, pero todo era muy extraño para ser verdad… ¿Por qué a él? Sentía que algo me estaba ocultando.

Ese anochecer fue bastante conmovedor, habían pájaros en el cielo, habían vendedores ambulantes pasando, los faroles estaban prendidos… Sé que esto no aporta mucho a la historia, pero es este tipo de cosas las que hacen que los recuerdos se queden grabados, la escena que presencias y como la recuerdas por haber sido así, no sé si me explico.

Llego a mi casa, abro mi computadora y no dudo en hablarle a mi viejo amigo Redd por correo. Cómo a los 20 minutos me contestó pero para enviarme eso que tanto me podía interesar.

Había un formato .zip adjunto a un mensaje que decía:

«Buenas noches, amigo Omar, esto es de lo que te hablaba, como sabía que te podía interesar la historia, junto con un desarrollador y yo, se creó este pequeño ”videojuego”, eso es para hacer un poco más interesante mis experiencias en aquél lugar, para que puedas interactuar… y no te aburras. No es la gran cosa, pero es lo más que se podía crear.

Están algo ocultas algunas de las cosas, será cosa tuya encontrarlas o no, todas las dudas podrás encontrarlas ahí, aquí tu mayor aliado es la curiosidad, inspecciona en cada rincón.

Ya encontré el verdadero significado de todo lo que pasó, pero contigo no quiero ser tan directo, quiero ver hasta donde puedes llegar para encontrar la verdad.

El juego está basado en aquel sueño que tuve, espero que sea de tu agrado, recuerda que cualquier duda me la puedes decir, pero no te aseguro que yo sea tan directo.”

Ahora había entendido porque la historia parecía que era algo corta y confusa, ya que en este juego habían cosas que complementaban la historia, probablemente no me contó toda la historia para que investigara el juego en busca de respuestas…

Descargué el juego y me lo puse a jugar, les diré masó menos de que trata.

Al abrir el “Game.exe” te lleva directamente al juego, y trata de que somos un pájaro rojo de Angry Birds en medio de la nada, en total oscuridad, y el objetivo es caminar hasta encontrar algo, o eso es a lo que me da a entender el juego.

Hasta ahora sólo me he topado con una especie de parque, con su césped y todo, pero con la peculiaridad de tener a Cerdos del juego de Angry Birds en el mismo como población… No sé qué hacen ahí ni cuál sea el propósito, ya que al interactuar con ellos sólo me saludan.

Por el lugar también hay unos extraños seres de color blanco… Se ven bastante raros, más cuando hacen sonidos raros a la hora de interactuar con ellos, y al igual que los cerdos, desconozco su significado.

No voy a mentir, desde siempre he sido un asco en eso de la exploración de mapas, o bueno, esa es la mentalidad que tengo, de todas formas dejaré el enlace del videojuego para que lo puedan descargar y así poder sacar sus propias conclusiones, pero claro, sólo a los que les interese.

Y no es que no me interese el juego de mi amigo, al contrario, me interesa saber lo que pasó, pero un poco de ayuda nunca viene mal. Suerte, la necesitarán para saber que está pasando aquí, aquí voy a estar de igual forma para cualquier cosa.

https://gamejolt.com/games/angry-birds-oscuritia/463402

https://amareusredink.itch.io/angry-birds-que-hacia-ahi

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